La serie de videojuegos de Tom Clancy's siempre ha estado bastante enfocada a la táctica y al juego en equipo, pero con el nuevo Rainbow Six Siege se ha alcanzado un punto de grandeza que nunca antes habíamos visto. 



Hay que tener en cuenta que Rainbow Six: Siege ofrece una experiencia de juego casi por completa dedicada al multijugador online, ya que sin conexión a Internet y una suscripción de pago (Gold en Xbox One o Plus en PS4) nos encontramos ante la imposibilidad de disfrutar de la mayor parte de los contenidos del título.

En la vertiente offline, es decir, la única que se puede jugar sin Internet, encontramos los "Escenarios de entrenamiento" o tutoriales en los que se nos pone a prueba para conocer cada una de las variantes de juego que vamos a encontrar más tarde en el modo multijugador, simulando así toda nuestra fase de recluta en el cuartel general de operaciones especiales. Algunas de estas modalidades consisten en acabar con todos los enemigos que encontramos atrincherados en diferentes localizaciones, rescatar a un rehén y liberarlo, desactivar bombas, proteger la vida de un objetivo, así como por ejemplo liberar un avión de una amenaza y acabar con todo el bando rival, entre otros. Cada prueba-tutorial cuenta con una serie de desafíos que nos recompensarán con hasta un total de tres estrellas según los completemos.


Por otro lado tenemos el aspecto multijugador donde podemos acceder a la variante "Casual" y a las partidas "Igualadas", aunque esta segunda requiere alcanzar un determinado rango de jugador. Dentro de las partidas multijugador no podemos seleccionar entre las diferentes modalidades y según avanzan las partidas tanto el mapa como el objetivo de cada una de ellas va cambiando. Aunque cada misión tiene un objetivo diferente, tal y como ya hemos dicho en el párrafo anterior, vemos como en muchas ocasiones las rondas de las partidas finalizan a causa de que un equipo ha acabado con los cinco enemigos del grupo rival, en lugar de por cumplir el requisito de cada tipo de partida. Todas las partidas comienzan con el uso de unos drones del equipo atacante para averiguar la localización del objetivo.

Estamos ante un juego que si de por si está dirigido al multijugador lo está aún mucho más para disfrutar de él con la compañía de amigos. El título ofrece gran cantidad de acciones de ataque y de defensa, y todo es mucho más fácil si se plantea junto a un grupo para actuar de una forma eficiente. Si en cambio estamos solos y somos emparejados con otros jugadores que no hablan nuestro idioma perdemos uno de los pilares principales que necesita el juego, la comunicación. Se puede jugar de una forma satisfactoria siendo emparejado con jugadores desconocidos, pero como más hemos podido disfrutar de la experiencia ha sido haciéndolo con amigos.

Por último tenemos la opción de "Caza del Terrorista" donde otra vez vamos a formar parte de un grupo de hasta cinco jugadores, pero esta vez nos enfrentaremos a grupos de enemigos de la IA. Al igual que en el multijugador competitivo, aquí tampoco podemos seleccionar ni el mapa ni la variante de juego, y esta cambia cada vez que completamos una partida.
 

En un principio sólo tenemos la clase de jugador "Recluta" desbloqueada y para conseguir más las tenemos que comprar con la moneda del juego. Tenemos cinco cuerpos disponibles, cada uno de ellos con cuatro clases de especialistas, dos de ataque y otros dos de defensa. En cada partida no se pueden repetir clases, por lo que si dos jugadores del mismo bando desean la misma, sólo el más rápido la puede seleccionar. Por esta razón se aconseja desbloquear a la par miembros de ataque y defensa, para tener una variedad equilibrada tanto en un bando como en otro. Cada agente lleva un equipamiento donde lo más importante para diferenciarse del resto es su habilidad de clase. A nivel defensivo encontramos como unos pueden ayudar a compañeros caídos en la distancia, otros dispensar planchas de protección, o por ejemplo interceptar e inutilizar las granadas enemigas o colocar cargas de gas que se pueden detonar de forma remota, entre otros. En el sector atacante tenemos agentes capaces de romper paredes con grandes mazas, otro que lleva un dron que suelta descargas eléctricas o la posibilidad de hacer un pequeño agujero en la pared e introducir por el mismo explosivos en racimo, entre otros. La variedad está servida, pero no todas las clases están equilibradas respecto a otras.

La cantidad de contenido que incluye el juego no es tan grande como en un principio parece. Tenemos una decena de escenarios, los cuales desgraciadamente nos aprendemos muy rápido. Una característica que nos ha gustado de ellos es la destrucción que podemos llevar a cabo en los mismos, lo que hace que en cada partida los podamos abordar de una forma diferente. Aún así es un juego que pide como agua de mayo la incorporación de contenido adicional, que los tendrá, como ya fue anunciado.


Me gusta:
+ Perfecta experiencia online competitiva.
+ El sonido de las armas, pasos y disparos esta muy conseguido.
+ Los escenarios son totalmente destruibles, algo que multiplica ampliamente las opciones de abordaje.

No me gusta:
- La no inclusión de un modo campaña.
-  El apartado gráfico es bastante mejorable.

Nuestro veredicto final: 

Rainbow Six: Siege es una revolución dentro de la serie Tom Clancy's aunque por desgracia nos quedamos con ganas de más ya que a falta de campaña de un jugador debería haberse incluido más contenido para la vertiente multijugador. En más casos de los que nos gustaría hemos visto como al iniciar el juego es imposible conectarse a los servidores del juego y tenemos que volver a intentarlo de forma manual para conectarnos a ellos. Aún con estos impedimentos estamos ante una de las mejores experiencias multijugador de 2015, y más aún si disfrutamos con amigos.